Tener una estructura de costos efectiva en una PYME es uno de los objetivos primarios dentro de la gestión financiera, en la medida en que estos sean óptimos entonces representará un mayor beneficio. Sin embargo, lograr establecer un sistema de costos enfocado a la efectividad y a la optimización de los recursos disponibles no es una tarea sencilla, ya que implica implementar una serie de ajustes intencionados hacia lo que realmente es importante y le añade valor a la operación.
La estructura de costos son los diferentes rubros en los que se incurren para sacar a flote el producto o servicio que se oferta al público. Estas se engloban en tres grandes renglones: materia prima, mano de obra y gastos indirectos. Cada una de estos renglones, se desarrollan durante todo el proceso de llevar un producto o servicio a las manos de los clientes o consumidores de la marca. Y son los que deben ser gestionados de manera efectiva para que dicha acción represente un mayor margen de beneficio a la empresa.
En este tipo de acciones se pueden llevar a cabo de dos maneras: auxiliándose de expertos(as) en temas de cadena de valor, con el fin de hacer los análisis y evaluaciones pertinentes, o hacer una evaluación individual de la realidad del proceso productivo e identificar los puntos en donde no se está generando valor al producto o servicio final; para entonces hacer las modificaciones de lugar.
Para esto una herramienta básica es un diagrama de elementos y sus etapas; en donde se muestran las diferentes etapas de producción del bien o servicio que se ofrece, y sus implicaciones económicas, de forma que se tengan una panorámica más acabada de cada etapa y el costo de la misma.