Muchas personas piensan que solo las utilidades son suficientes para medir los resultados de un negocio, y no es así. Dichas utilidades deben ser comparadas con los activos utilizados para que demuestren su rentabilidad. Las utilidades y rentabilidad de la empresa deben estar acompañadas por altos flujos de caja.

El valor de una empresa está creado por su rentabilidad, utilidades y flujo de caja libre, los cuales permiten el crecimiento y permanencia de una empresa. Los factores que influyen en el proceso de creación de valor son:

Política de dividendos: si un negocio produce grandes utilidades pero la repartición de dividendos es baja los propietarios o inversionistas pierden el interés de su inversión, hay que mantenerlos con resultados atractivos.

Tipo de actividad de la empresa: a un mayor riesgo se esperan mayores resultados para obtener una adecuada rentabilidad.

Perspectiva de futuro: aquí se deben tomar en cuenta aspectos que afecten o beneficien el futuro del negocio como los económicos, políticos, socio culturales, tecnológicos.