La depreciación contable es considerada como un costo o gasto que en que incurre una empresa por el uso de sus activos fijos como lo son edificación, vehículo, maquinaria, equipo electrónico, mobiliario, entre otros.

Esto se registra mensualmente en la contabilidad para trasladar al gasto una parte proporcional del costo.

Se considera a la depreciación como un costo cuando los activos que la generan están relacionados con el proceso productivo, y es tomado como un gasto cuando los activos no hacen parte directa de la producción.

La depreciación se analiza con desde dos ópticas, la primera si no se reduce la posición de efectivo de una empresa y los otros rubros que si afectan la liquidez. Y la segunda, si afecta las utilidades operacionales del ejercicio.

En finanzas la depreciación es importante, sobre todo en la elaboración de los flujos netos de efectivo.