El Plan Financiero es una herramienta que le permite a emprendedores y empresarios tener una visión cuantitativa de su idea de negocio o de la empresa en marcha, trazar objetivos, encontrar la manera más adecuada de llevar lo planeado a la realidad y generar credibilidad ante los inversionistas.

Las empresas pequeñas y medianas normalmente funcionan sin ningún plan explícito. Pero el empresario que se dedica a diseñar un plan financiero (grande o pequeño), estará en gran ventaja respecto de aquel que se deja llevar por los múltiples factores de azar que influyen en los negocios.

A partir de la elaboración del Plan Financiero es posible convencer a potenciales inversionistas, instituciones financieras y/o promotores de que el proyecto o negocio es viable y representa una oportunidad para invertir.

Un empresario tradicional gasta el dinero a medida que le va ingresando, ya sea de su capital propio, de préstamos o de las ventas, y sólo se da cuenta si el negocio va bien o mal en la medida en que le quede saldo a favor en su cuenta a fin de cada mes.

Un buen empresario por otra parte estima detalladamente sus costos y gastos, fijando un sueldo incluso a su propio trabajo, a partir de eso estima cuánto debe vender como mínimo para cubrir sus costos (y no tener que comerse el capital), es decir su “punto de equilibrio”. En base a este dato puede hacer su presupuesto que deberá ir revisando mensualmente para saber como marcha el negocio. La mayoría de las quiebras se producen porque el empresario no se das cuenta de lo malo que está ocurriendo hasta que ya es demasiado tarde.

La mayoría de los modelos de planeación financiera exigen que el empresario defina algunos supuestos sobre el futuro. Teniendo como base estos supuestos, el modelo proporciona valores estimados para un gran número de otras variables. Los modelos pueden variar significativamente en su complejidad, pero casi todos tendrán los siguientes elementos: