Las notas gerenciales de hoy jueves, son las siguientes:
4. Se dice, y yo creo en ello, que el mayor recurso de toda organización es su capital humano. Por ello es necesario -utilizando al fútbol como analogía- que quienes fungen de directores deban verse más en el rol de entrenadores que en el de centrodelanteros. Permanentemente deben estar orientando e induciendo al equipo de trabajo a actuar en la forma más apropiada, teniendo siempre presente que la fortaleza de ese equipo la determinará su eslabón más débil. Por ello es necesario mantener procesos de aprendizaje permanente que permitan elevar las competencias individuales y de grupo. Y aquel que teniendo las oportunidades que se le brinden para crecer no quiera o no pueda hacerlo, mejor que se vaya a trabajar a la competencia.
5. Pero eso solo no basta. Hay que tener siempre presente que la ACTITUD marca la diferencia. Y la forma como uno se ve a si mismo tiene un enorme impacto en la actitud, la cual tiene una relación directa en como se enfrentan los desafios; en como vemos al mundo que nos rodea; en como vemos la vida; en como afrontamos los retos para convertirlos en oportunidades. Porque la actitud es el cristal a través del cual nos vemos a nosotros mismos; vemos a los demás y vemos lo que nos ocurre y ocurre en nuestro alrededor. Como gerentes debemos enfocarnos en todo aquello que podemos lograr en lugar de estrellarnos en aquellos que no podemos. Debemos tener siempre presente que los gerentes exitosos son quellos que desarrollan una actitud proactiva y tenaz; nunca se rinden; aprenden de los errores convirtiéndolos en experiencias y nunca dejan que fracasos temporales los derroten.
6. El cambio es el elemento más estable de nuestro tiempo. Todo cambia y cambia en forma cada vez más acelerada. De allí la necesidad para quienes gerenciamos, de prepararnos para afrontar los cambios, teniendo claro que aunque hay resistencia natural a los cambios, nunca podremos avanzar y quedarnos al mismo tiempo en el mismo sitio. Por ello, es necesario flexibilizarnos mentalmente para adaptarnos a los “cambios por venir”. En eso la actitud que tengamos frente a la vida es determinante. Si somos racionalmente optimistas, generaremos optimismo en nuestro entorno. Pero si nos dejamos arrastrar por el pesimismo, contagiaremos de pesimismo a quienes nos rodean. De cada uno de nosotros depende la opción a utilizar.
Continuaremos en próximas entregas.
Econ. Rafael Peña Álvarez