181.- Un buen ejecutivo, y sobretodo si es de comercialización, tiene que aprender a escuchar a la gente y a distinguir todo aquello que digan verbal o corporalmente. Debe saber comunicarse adecuadamente en los diferentes niveles culturales y sociales usando para cada caso el vocabulario más adecuado que le  facilite hablar directamente en forma clara y comprensible.

182.- La experiencia solo se obtiene con la practica. Vale para los deportes, para el canto, el piano, para muchas otras actividades y para el buen desempeño gerencial. Por ello es necesario hacer un esfuerzo consciente para aprender bien aquello que realizamos. Y esa experiencia que adquirimos corrigiendo errores para no volverlos a cometer, lleva aparejada la madurez que es lo que nos permitirá mantener la “cabeza fría” en situaciones difíciles y poder trasmitir esa calma a los integrantes de nuestros equipos de trabajo en esas circunstancias. Un buen gerente se sobrepone a sus emociones para poder irradiar la calma necesaria a quienes con él trabajan.

183.- En estos días me preguntaba si es lo mismo liderazgo y gerencia y llegué a la siguiente conclusión: el liderazgo tiene que ver con “LA VISIÓN”  y la gerencia tiene que ver con el PROCESO para alcanzar la visión. Ambos son imprescindibles. Los lideres tienden a ver el futuro (a donde se debe estar)  y trasmiten entusiasmo para moverse en ese sentido. Muestran un camino. Los gerentes entienden los pasos que hay que dar para alcanzar el punto al cual se pretende llegar. Un líder no necesariamente tiene condiciones gerenciales, pero si debe tener dosis de realismo. Una gerente requiere para su cabal desempeño de algún grado importante de liderazgo para que sea oído y creído. Se puede ser líder y buen gerente a la vez, pero individuos así no abundan.

Econ. Rafael Peña Álvarez