157.- Mucho se ha dicho y escrito en relación a que la actitud es lo que marca la diferencia. Eso es cierto, pero para cambiar hacia una actitud positiva no es necesario cambiar todo nuestro modo de pensar. Todas nuestras ideas. Es algo mucho más simple que eso. Basta con cambiar aquellos pensamientos recurrentes que taponean el que la actitud positiva fluya libremente. Y como cada uno de nosotros tiene la potestad de controlar su forma de pensar, en definitiva también podrá controlar su actitud que no es otra cosa que el marco a través del cual nos vemos a nosotros mismos, vemos a los demás y vemos al mundo que nos rodea.

158.- Cuando tú como gerente tomas la actitud de crecer y de desarrollar un estilo de mejoría constante, veras que al poco tiempo eso se vuelve en ti algo normal, parecido a lo que le ocurre al que comienza a caminar 30 minutos diarios. Al comienzo le cuesta un poco; luego se le hace normal y al final el cuerpo se lo pide. El ser humano es perfectible y uno como gerente también lo es. Podremos mejorar a través de toda la vida.

159.- El liderazgo del Siglo XXI es mucho más desempeño que posición. El viejo arquetipo de la estructura militar sirve solo para los cuarteles, o en el mundo civil cuando los supervisados son de muy bajo nivel educativo. En las empresas de alto desempeño que se corresponden con la sociedad del conocimiento se requiere de una visión compartida; empoderamiento, comunidad de valores; cultura organizacional sana y proactiva; pasión por la calidad; adecuadas estrategias para la competitividad y trabajo en equipo.

Econ. Rafael Peña Álvarez