46.- En cualquier empresa y en especial en las medianas y grandes, las decisiones que toma la alta gerencia o cualquiera de sus trabajadores puede agregar valor económico a la gestión, o quitárselo. De allí la razonable conveniencia de seleccionar personas con alto potencial para crecer, adecuada actitud y con valores que se correspondan con los de la organización. Una inadecuada gestión en materia de RRHH no solo le resta valor a la empresa. También puede oscurecer el ambiente de trabajo. Conviene atraer nuevos empleados que con el necesario entrenamiento sean capaces, utilizando las tecnologías más adecuadas, de lograr más con el uso de menor cantidad de recursos, menor costo, menor desajuste operativo y menor desgaste. Empleados que internalicen a corto plazo la cultura organizacional y se integren a los equipos de trabajo.
47.- El área de RRHH junto con la alta gerencia debe establecer los indicadores claves de desempeño que permitan medir en forma clara la contribución de cada puesto de trabajo para el logro de los objetivos. En esa línea es conveniente, dada la dinámica en la cual se vive, lograr periódicamente de cada posición una definición de los procedimientos que estimen más convenientes para la obtención de mejores resultados. Y eso es válido para todos los niveles de la organización. Recuerdo un caso en el cual la opinión de un parquero del estacionamiento de la empresa que yo presidía presentó la solución a un severo problema de congestionamiento que teníamos los martes y los jueves. El tenía clara la solución pero no tenía poder para implementarla, y los que teníamos poder, no veíamos la solución, que de paso era muy simple. Cualquier empleado puede hacer aportes significativos para lograr el éxito de una empresa.
48.- A veces en las organizaciones se estructuran “feudos de poder” que son importante detectar a tiempo y desmantelarlos. La pelea por mejor posicionamiento debe darse en el mercado, con los competidores. No adentro, con los compañeros de trabajo. Por eso es necesario que exista un clima laboral que favorezca y estimule el trabajo en equipo. Eso permitirá a la organización administrar los cambios y lograr que el “creo que no se puede” actitudinalmente se sustituya por “vamos a intentarlo”. De allí la importancia que tiene una adecuada gestión del conocimiento para incrementar en los equipos de trabajo la seguridad y la capacidad. Así obtendrán mejores resultados.
Econ. Rafael Peña Álvarez