37.- Un gerente no puede pretender saber de todo, porque es imposible. Por ello debe rodearse de personas con la actitud adecuada que sean competentes, inteligentes, dispuestas a aprender permanentemente para poder tener capacidad para enfrentar los retos y avanzar en condiciones de incertidumbre, que es lo normal en esta época de cambios acelerados. Rodeado así, de gente competente, podrá exigir resultados sabiendo que va a obtenerlos. Medirá su éxito personal por los resultados que su equipo obtenga. Y verá a su equipo como un grupo de empledos claves, que como saben cumplir sus compromisos  y lograran que la empresa pueda alcanzar y aún superar los resultados previsibles.

38.- Debemos tener claro que en materia gerencial hay una enorme diferencia entre quienes son competentes resolviendo problemas y aquellos que saben aprovechar las nuevas oportunidades. Una combinación de ambos -si es posible en una misma persona- sería lo ideal.  Hay los de mentalidad muy emprendedora que permanentemente están oteando el horizonte y cuando la oportunidad se presenta, se lanzan a aprovecharla. Saben filtrar la nueva información convirtiéndola en conocimiento y en inspiración productiva. Buscan, y normalmente logran que los empleados se sientan orgullosos de la empresa a la cual pertenecen, que normalmente será innovadora. Requieren de equipos capaces de implementar y desarrollar las nuevas ideas.

39.- Si como gerente tienes que escoger para incorporar a tu equipo de trabajo entre dos personas, una con mucha aptitud y baja actitud, y la otra con baja aptitud pero con buena actitud, te recomiendo que escojas la segunda y trabajes duro con ella dándole oportunidades para que aprenda. En el mediano plazo muy probablemente te estará dando mejores resultados; se integrará más fácilmente al equipo y si logras trasmitirle desde su inicio en forma clara la visión, los valores y las metas claves de la organización, rápidamente tendrás un empleado contento, eficiente y eficaz.

Econ. Rafael Peña Álvarez