Los accidentes laborales, son la posibilidad de ocurrencia de un evento imprevisto o repentino en el ambiente de trabajo, que le produzca un daño al trabajador, como una lesión física o psiquiátrica, invalidez o la pérdida de vida. Este riesgo puede ser ocasionado por la realización de un trabajo de forma directa o indirecta, que produzca alguna perturbación, temporal o permanente en la salud o integridad física del trabajador.

En el Código de Trabajo está establecido como “toda lesión corporal, permanentes o transitorias, que sufra el trabajador en ocasión de la labor que ejecuta o como consecuencia de la misma”. Se considera, además, accidente de trabajo cuando el trabajador se encuentra realizando una tarea, o en el trayecto a realizarla, propia de su ocupación, incluso fuera de su ambiente habitual de labores.

La responsabilidad de los daños sufridos por un trabajador, en ocasión del desempeño de sus funciones recae sobre el empleador, es así como lo estipula la norma laboral vigente. Sin embargo, esta afirmación no es absoluta, debido a que para poder atribuir toda la responsabilidad al empleador deberá existir por su parte culpa, negligencia o imprudencia.

Pero los empleadores deben velar por mantener un ambiente adecuado y en condiciones favorables para los trabajadores, con la finalidad de prevenir los riesgos y accidentes laborales. Aunque también existen ciertos factores de riesgos que deben ser considerados para la prevención de dichos accidentes, tales como las condiciones de seguridad y medio ambiente del espacio de trabajo, los contaminantes químicos o biológicos a los cuales pueden ser expuestos los trabajadores y la carga de trabajo a la que están sometidos.