Una empresa llena de vitalidad es aquella que logra satisfacer a sus cuatro actores principales, es decir, a sus empleados, clientes, proveedores e inversores. Por esta razón, es muy importante que tu empresa esté llena de vitalidad; para que pueda perdurar en el tiempo y lograr ser modelo y líder en el mercado.

En este sentido, la vitalidad de una empresa debe cumplir con siete (7) aspectos fundamentales:

  • Todas las personas involucradas con la empresa deben sentirse en un buen ambiente, necesitan saber que existe una estructura lógica de funcionamiento avalado por normas y principios consensuados.
  • Todos deben ser escuchados, sobre todo aquellas personas que aportan valor, pues para mantenerlos motivados estos deben sentir que aportan al crecimiento del negocio, independientemente de la posición que ocupen.
  • Deben confiar y estar conectadas entre ellas y con la empresa, de esta manera podrán llevar a cabo proyectos grandes y pequeños implicándose en los mismos.
  • Ha de existir un propósito motivador que les indique la dirección a un punto específico en un tiempo determinado.
  • Las actividades de los colaboradores deben tener un impacto moral, no se trata solo de un sueldo digno, sino de que su conciencia moral esté tranquila con la organización y sus actividades.
  • Se debe comunicar la importancia de la acción personal de cada uno de los miembros, en el ámbito de la autoestima las personas necesitan saber que sin ellos la empresa no sería la misma, aunque estén conscientes de que nadie es indispensable.
  • Ha de existir afecto entre los miembros, no se trata de que todos se quieran, sino de que los demás importan.