Una de las razones principales detrás del fracaso, la ineficiencia, la baja rentabilidad y la falta de competitividad de muchas empresas y emprendimientos es la falta de liderazgo. Las compañías exitosas en el país lo son porque entienden su entorno y a sus competidores, lo que les permite desarrollar estrategias que satisfagan de una manera más eficiente las necesidades de los consumidores.

Otra característica que tienen en común estas organizaciones es que entienden que el capital humano es una de sus ventajas competitivas más importantes.

Una de las características del estilo gerencial dominicano es que a pesar de que el costo porcentual de la mano de obra sobre el costo total de la empresa es uno de los más bajos del mundo, los emprendedores desvían su atención de los resultados que se logran con empleados motivados hacia contar y ver cómo reducir el último centavo que les pagan a sus empleados. Cuando se logran los objetivos, eso es parte de su trabajo. Cuando se cometen errores, se buscan y se señalan a los culpables.

Estudios de la consultora gerencial McKinsey and Company, en empresas de todo el mundo, demuestran que una de las principales causas del fracaso de las estrategias y de los emprendimientos es la falta de liderazgo o capital humano capaz de implementar las mismas. Según McKinsey, al desarrollar una estrategia no solo hay que definir qué rumbo va a tomar la empresa, sino identificar quién será el responsable de implementar cada una de las tácticas del plan de acción y verificar que esa persona tenga las competencias requeridas para realizar el trabajo.

Estudios de la misma consultora concluyen que un buen gerente es capaz de alcanzar los resultados esperados, pero hasta allí. Es decir, es capaz de alcanzar y superar levemente los objetivos planteados. Si el entorno cambia, lo más seguro es que no pueda adaptarse a los cambios. Un líder obtiene resultados excepcionales, crea algo nuevo de la nada, desarrolla nuevos productos, modifica la naturaleza de la competencia, penetra nuevos mercados, reduce los costos y se adapta a los cambios del entorno para mantener el éxito de la empresa a pesar de las nuevas realidades.

El emprendedor tiene que motivar a su grupo para crear equipos de alto desempeño. Entender las debilidades de sus subordinados y ayudarlos a superarlas. Utilizar refuerzo positivo. Crear un ambiente de trabajo agradable.

Los emprendedores exitosos utilizan el refuerzo positivo para que los empleados se sientan bien en el trabajo, conocen las debilidades de sus empleados y los ayudan a superarlas, pagan salarios superiores al mercado, contratan personas con las competencias necesarias para realizar el trabajo, mantienen un ambiente de trabajo agradable. Todo esto crea equipos de alto desempeño que logran resultados excepcionales, se adaptan rápidamente a los cambios en el entorno y encuentran las oportunidades en las crisis.

 

Por Daniel Velasquez

Fuente: elmundo