Estas diferencias no significan que uno sea bueno y el otro malo, que una es la manera de correcta de actuar o pensar y la otra no. Lo que debe quedar bien claro es que no son sinónimos, que cada uno es importante y debe aparecer en etapas de crecimiento distintas de la empresa.

  • El emprendedor trabaja mucho./El empresario piensa y elabora mucho
  • El emprendedor hace las cosas él mismo o las controla personalmente./El empresario delega y controla resultados.
  • El emprendedor es muy bueno solucionando problemas./El empresario es muy bueno definiendo estrategias y objetivos, se anticipa a los problemas
  • El emprendedor controla que su gente esté todo el día trabajando./El empresario mide los resultados del trabajo de su gente.
  • El emprendedor hace muchas cosas./El empresario genera mucho valor.
  • El emprendedor se rodea de gente trabajadora y sumisa, no tiene tiempo para discutir./El empresario se rodea de gente capaz, se debate a fondo cada decisión.
  • El emprendedor controla el funcionamiento de la rueda operativa de la empresa./El empresario está mirando la empresa, los cambios del mercado y la evolución del entorno.
  • El emprendedor premia el esfuerzo./El empresario premia los resultados.
  • El emprendedor conoce las máquinas de su empresa./El empresario conoce los números de su empresa
  • El emprendedor es imprescindible en el momento de crear una empresa y echarla a rodar./El empresario es imprescindible para hacer crecer la empresa una vez que comenzó a rodar.

Cuando se invierten esos roles en cada etapa el resultado es el fracaso o la falta de crecimiento.

Fuente: PlanEmprendedor