La resilencia es la capacidad para sobreponerse a un estimulo adverso y adaptarse rápidamente a los cambios que resulten como consecuencia de ese período. El ser resilente no significa ser extraordinario, esta capacidad está en toda persona, solo debe desarrollarla

El mundo empresarial está lleno de constantes pruebas, cambios, riesgos y distintas situaciones en las que será necesario tener la capacidad de la resilencia.

La resilencia trae consigo el saber aprovechar positivamente la experiencia que esté ocurriendo para obtener un beneficio que no se tenía previsto, pero que en ese momento de dificultad se convierte en una oportunidad. En momentos de crisis se descubre el potencial y talento que se posee para enfrentar lo que se presenta.

La resilencia es actitudinal y consecuencia del proceso de revertir un temor determinado, tampoco es algo planeado, es algo espontáneo en un momento inestable. Esta capacidad se convierte en un valor agregado para ser competitivos.