Hace unos veinte años, muchas empresas no realizaban planes de marketing con el fin de atraer nuevos clientes, los clientes acudían a sus negocios para comprar aquellos productos que satisfacían sus necesidades. Actualmente, la competencia es voraz, la oferta se ha multiplicado y el consumidor ya no persigue eslóganes de marca, su búsqueda de productos, es conceptual (“Restaurante elegante Valencia”). Mediante la Ley de la atracción, se persigue que el cliente sea el que busque los productos de una empresa, se sienta atraído por ellos y no por los de la competencia.

Para aplicar la Ley de la Atracción, deberemos considerar los siguientes puntos:

  • La empresa deberá diferenciarse de la competencia, en su misión, visión y valores. De este modo  se constituirá como marca que la diferencie del resto de sus competidores y el cliente pueda escogerla. Tendremos que saber, que nos movió a crear la empresa, con qué fin y cuáles son los valores inherentes a las decisiones que adopta. Posicionamiento de marca.
  • Los productos de la empresa deberán ofertar soluciones que busque el cliente. A través de un estudio de necesidades de nuestros clientes o encuestas hacia nuestro público objetivo, deberemos determinar cuáles son esas necesidades y adaptar nuestros productos a esas necesidades. Posicionamiento de Productos.
  • Realizar acciones de marketing individualizadas, no campañas generalistas que invadan a nuestro público objetivo o clientes, de publicidad sobre productos que no necesiten. Marketing Segmentado.

 

Fuente: Gestion.org