En muchas ocasiones surgen dudas, a la hora de emprender un proyecto empresarial, sobre si hacerlo solo o acompañado. Como casi siempre, hay un montón de teorías al respecto. Yo siempre pienso que cada caso es distinto y que se deben analizar las circunstancias antes de tomar una decisión.
En primer lugar, lo que sí tengo que decir, es que si ya es muy duro emprender, hacerlo solo lo es todavía mucho más. El riesgo, la presión, la toma de decisiones, elaborar una estrategia, todo eso es muy complicado hacerlo sin alguien con quien compartir ideas y controlar cada uno de esos aspectos. De todas formas, las relaciones son complicadas y más con dinero de por medio, lo que hoy puede ser un factor favorable puede cambiar y volverse en nuestra contra.
Partiendo de la base de una persona que tenga un proyecto propio y esté pensando en buscar algún socio con quien compartirlo, lo que debe tener en cuenta antes de dar ese paso es, en primer lugar, qué puede aportar ese nuevo socio. Si el aporte es sólo económico, debemos valorar qué es lo que tenemos que ceder a cambio de esa inversión. Pensando que vamos a hablar de dinero y de gestión, no sería buena idea ceder parte de la gestión y la toma de decisiones a una persona que no tenga conocimientos o experiencia y que la única aportación que haga sea económica.
Si el inversor, por el hecho de ejercer como socio capitalista, intentara controlar de alguna manera el desarrollo de nuestro negocio y desconfiáramos de su capacidad para hacerlo, es preferible recurrir a otras vías de financiación que no intervengan de manera directa en el devenir de la empresa.
Otro aspecto a tener en cuenta es que es necesario que la aportación del nuevo socio sea complementaria a la nuestra. Si nosotros dominamos un aspecto del negocio, no es conveniente que incorporemos a otro socio cuya aportación sea la misma que la nuestra. Si soy especialista en marketing y me planteo montar una agencia de comunicación, podría ser una buena idea que mi otro socio sea economista, abogado, etc. y se encargue de la gestión económica pero no a otro que haga lo mismo que yo.
El hecho de que el emprendedor no domine todos los aspectos del negocio no significa que necesite asociarse con alguien que cubra nuestras carencias. Lo importante es formar un equipo y que ese equipo tenga cubiertos todos los aspectos de nuestra actuación, pero el equipo lo forman los socios, los empleados y los proveedores de determinados servicios (asesores, programadores, gestores, agencias de comunicación, etc.)
Fuente: www.pymesyautonomos.com