Es usual que las pequeñas y medianas empresas vean la contabilidad como un “mal necesario” y solamente buscan cumplir con lo básico, es decir la “contabilidad fiscal”, para preparar y presentar las declaraciones de impuestos mensuales y anuales.

Cuando los negocios empiezan a crecer enfrentan la necesidad de contar con contadores competentes y calificados que atiendan mayores demandas, deben contar con Estados Financieros certificados o auditados de manera constante para, más adelante, gestionar préstamos bancarios y esto los llevará a buscar profesionales más calificados para cumplir con esos nuevos requerimientos.  Los bancos no financian negocios ni empresas que no cuentan con información financiera confiable.

Es importante para todo negocio y son dos de las razones para contratar los servicios de contadores competentes y calificados.  Es decir, toda empresa, pequeña o mediana, debe:

  • Llevar una contabilidad de acuerdo con las normas tributarias y comerciales que exigen las leyes de cada país.
  • Presentar oportunamente las declaraciones de los diferentes impuestos, la cuales deben estar debidamente sustentadas.
  • Preparar los Estados Financieros periódicos que pedirán los bancos para otorgar financiamiento para capital de trabajo o inversión.

Pero la contabilidad debe ser vista por el empresario para llenar una necesidad aún mayor.  Se trata de la necesidad de contar con información financiera oportuna, confiable y útil para sustentar la toma de decisiones y para controlar los resultados.

Cada mes el empresario debe evaluar y analizar los Estados Financieros emitidos por sus contadores para conocer la verdadera situación financiera de su empresa, los resultados económicos y la forma en que se están gestionando los flujos y la tesorería en sus negocios.