En cualquier empresa, sus lideres de cada área deben estar permanentemente oteando el horizonte para poder percibir antes de la competencia cambios en el entorno que puedan ser aprovechados para hacerlos favorables,  generando innovaciones en  productos, programas o sistemas que permitan ofrecer a los clientes bienes o servicios de mejor calidad, en forma oportuna a precios competitivos.

Como gerentes debemos propulsar que las empresas a nuestro cargo se  reinventen de forma tal que podamos competir con nuestros pares y si posible, sacarles ventaja. Ello obliga a que la estructura de la empresa sea flexible, y quienes la dirigen deben ser creativos y abiertos a los cambios.

Por ello es necesario tener trabajadores con un alto nivel de autoestima, porque en el sitio en el cual trabajan se estimula la creatividad y el desarrollo personal y colectivo. Ello permite que cuando los trabajadores interactúan, surjan ideas innovadoras que muchas de las veces pueden convertirse en nuevos productos altamente rentables o en procesos más simples que reduzcan costos.

Una empresa exitosa usualmente estimula a sus trabajadores a que expongan sus ideas y estas se discutan abierta y francamente en equipo porque son las nuevas ideas las que permiten innovar en forma exitosa, teniendo claro como señalaba Schumpeter, que el verdadero empresario es el empresario innovador.

Y un alimentador de nuevas ideas son las fuentes de información informáticas y telemáticas; fuentes que es necesario aprender a utilizar en forma racional para saber digerir la información para poder transformarla en conocimiento que impulse al máximo nuestra creatividad para generar ideas que nos permitan competir en condiciones cada vez más favorables.

De allí la importancia de ser creativos. Pero creativos pisando tierra.

Por Rafael Peña Álvarez