Aprender a mover las fichas del negocio es insuficiente cuando no sabemos interpretar los resultados de nuestros movimientos y de los demás. Invertir o atraer inversión se logra de manera acertada aprendiendo el lenguaje adecuado; en tus manos está obtener más oportunidades de crecimiento.

En muchos aspectos, dirigir una empresa es como participar en un juego, y estar al tanto del negocio es muy similar a analizar juegos como el béisbol. Los verdaderos aficionados a dicho deporte conocen cientos de estadísticas, como porcentaje de bateo o de carreras obtenidas. De manera similar, si te tomas en serio tu negocio, deberás poder cuantificar las estadísticas que describan la operación del negocio.

La contabilidad en general, y los estados financieros en lo particular, son las fichas (anotaciones) para evaluar los resultados; por ello es llamada “El Lenguaje se los negocios”, la contabilidad traduce las acciones que se realizan en el mundo de los negocios en un conjunto de números que se utilizan para la toma de decisiones apoyadas en información; captura información sobre el funcionamiento de una empresa, sobre los cientos de obstáculos que tendrás que vencer y sobre tus expectativas futuras.

Las reglas de la contabilidad permiten comparar entre empresas similares y entre empresas de otras industrias, estas comparaciones son importantes cuando se está en búsqueda de fondos para ampliar la empresa, tales como préstamos o capital de nuevos inversionistas. Al seguir las reglas, se presentan oportunidades para triunfar o para recibir un trato equitativo en un mercado muy competido.

No se requiere ser un experto para tomar decisiones acertadas, generalmente es algo tan sencillo como restar los gastos de los ingresos para determinar la ganancia (utilidad). Hay una tendencia común a considerar a la contabilidad como una ciencia exacta gobernada por reglas aritméticas, pero los números generados son, en realidad, estimados.

Aunque las reglas, procedimientos y métodos hacen que los números parezcan hechos absolutos, no lo son. Sin embargo los números representan cómo se maneja el negocio. El balance general y los estados de resultados no son mandamientos sino guías y tienen usos distintos.