A menos que a ti se te ocurra algo realmente único y exclusivo, que tengas un producto realmente innovador que nadie nunca haya fabricado antes, vas a tener competencia.
Sea cual sea el mercado en el que te introduzcas, si no tienes un producto realmente único, vas a tener competencia.
Y eso es normal. La competencia es sana y necesaria, porque obliga a las empresas a diferenciarse, a ofrecer valor, a mejorar sus productos continuamente, a tomar en cuenta las necesidades de sus clientes… bueno, por lo menos en condiciones normales así debería ser.
Un mercado sin competencia es un monopolio, y ya todos conocemos las consecuencias de un mercado monopólico.
Lo que realmente es importante cuando analices tu competencia, es que sepas escoger el competir con las empresas correctas.
¿Puedes competir con las grandes corporaciones?
Muchos empresarios, tal vez tu mismo, se quejan de la presencia en su área de grandes tiendas de cadena y franquicias, o incluso pequeños pero muy agresivos comerciantes, que venden a precios muy bajos. En ambos casos, lo que importa no es el comerciante como tal, sino la razón por la cual tu consideras que te están robando clientes.
Este tema tienes que comenzar a verlo haciéndote algunas preguntas: ¿Tiene tu empresa la capacidad financiera de pagar una nómina como la las grandes cadenas de tiendas?, ¿o para comprar grandes volúmenes de mercancía para negociar precios bajos con los proveedores?, ¿Puedes tu vender a los mismos precios súper reducidos que otros comerciantes?
Si no es así, ¿por qué entonces compites con ellos?
La importancia de escoger bien con quien compites.
Uno de los puntos más importantes que debes tomar en cuenta al montar tu negocio, es el analizar – y entender – adecuadamente quién es tu competencia, puesto que esto tendrá muchísima importancia para ti, al diseñar tus estrategias y acciones comerciales.
Si escoges un competidor más grande y fuerte que tu, probablemente te sirva de ejemplo a seguir pero te va a crear mucha frustración en el camino. Los grandes tienen generalmente un buen músculo financiero, recursos y gente que les permite actuar de una manera particular en el mercado. Y esto seguramente no está a tu alcance.
Por otra parte, escoger competidores más pequeños que tu, no te va a ayudar a crecer ni desarrollar tu negocio, porque no vas a tener que realizar ningún esfuerzo importante para superarlos o vender más que ellos.
Muy por el contrario, es esta la misma razón por la cual hagan que te quedes estancado y no desarrolles tu negocio a su máximo potencial.
¿Que debes tomar en cuenta para escoger tu competencia?
En términos generales, debes tomar en cuenta los siguientes elementos:
El alcance de tu negocio: Según quieras (o puedas) vender tu producto a nivel local, regional, nacional o internacional, tus competidores variarán.
Tu política de precios: Si para que tu empresa gane dinero tienes que fijar un precio para tu producto que es superior al que otros ofrecen, pues descártalos como competencia desde el principio y concéntrate en competir con aquéllos cuyo precio es igual o superior al tuyo.
El tipo de producto que vendes: si tienes un producto que de alguna manera puedes considerar único (real y sinceramente único), aléjate entonces de los mercados generalistas y de precio bajo, y concéntrate en competir dentro de nichos de mercado específicos.
Tu “Propuesta Única de Ventas”: Aquello que te hace diferente de los demás. Identifica empresas que tengan propuestas iguales o similares a la tuya, y compite con ellas, o tómalas como referencia.
Tener claro que estás compitiendo con las empresas adecuadas, te aliviará muchos dolores de cabeza, le permitirá a tu empresa competir sanamente, desarrollarse y experimentar la grata sensación de ir creciendo según sus propias capacidades.
Tómalo en cuenta cuando desarrolles tu plan de negocio o cuando, durante el camino, te des cuenta de que estás compitiendo contra quién no debes.
Fuente: www.joelpintoromero.com
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