Ya sea para la creación de una PYME o para el crecimiento de esta que haga falta el capital es necesario evaluar cuál es el préstamo más conveniente con la finalidad de evitar que dicho financiamiento se convierta en una pesadilla. Elegir correctamente cómo vamos a financiar nuestra empresa no sólo tiene que ver con los intereses y las tasas; se hace necesario conocer el objetivo por el que deseamos financiarnos.

Para ello exponemos algunas fuentes de financiamiento que podrían adaptarse a los objetivos y necesidades de la pequeña y mediana empresa:

  • Amigos y familia: suele ser la primera fuente de financiamiento pues es la primera opción a la que acuden los emprendedores cuando desean iniciar un negocio.
  • Fondos gubernamentales: son comunes para generar modelos de negocio y desarrollo de proyectos.
  • Capital semilla: crédito que se entrega para financiar las actividades claves durante el inicio y la puesta en marcha del proyecto.
  • Inversionistas ángeles: son aportes que realizan ciertos inversionistas a empresas altamente innovadoras y cuyo desarrollo potencial atrae créditos
  • Capital de riesgo: se utiliza cuando la empresa tiene cierto nivel de desarrollo pues es un fondo de mayores cantidades, pues es un aporte temporal de recursos de terceros al patrimonio de una empresa.
  • Financiamiento bancario: la idea al obtener este tipo de créditos es aumentar el flujo en las operaciones diarias del negocio.