1. Nivel de compromiso de la gente con la empresa – Esto a su vez se puede extender a qué tanto apoyan los empleados la empresa, sus productos/servicios y qué tanto puede confiar la empresa en ellos y por ende qué tan satisfechos están con la empresa. El lograr que los empleados estén comprometidos no sólo con realizar su trabajo de día a día, sino, a colaborar para el éxito de las operaciones de la empresa es algo que en términos generales nos indica que tenemos una empresa exitosa.

2. El margen de beneficios – ¿Disminuye o se incrementa? ¿Cuáles son los planes a ejecutar para que estos incrementen?

3. ¿Qué tendencia tiene la cartera de clientes de la empresa? – ¿Está incrementando, se mantiene o estamos perdiéndolos? Indudablemente este factor es soportado por el primero. Si no se cuida el cliente y se buscan las formas de retenerlo, la existencia de la empresa puede estar en peligro.

4. El ambiente laboral – En un ambiente laboral no adecuado los empleados no logran el mismo rendimiento ni tampoco existe la misma motivación para incluso mejorar los procesos. Un ambiente laboral adecuado y motivador permitirá que el buen rendimiento y la innovación sea la práctica común de los empleados de la empresa y afianzará el compromiso de estos con la misma.

5. Liquidez – ¿Puede la empresa enfrentar en el corto plazo sus compromisos?

6. Gestión de los riesgos – Este es un tema que está siendo muy enfocado por los directores y gerentes de las empresas, el estándar ISO31000 fue desarrollado para su gestión. Por mucho tiempo la gestión de riesgos sólo era enfocada por las empresas aseguradoras pero los altos ejecutivos de las empresas han notado la importancia de enfocarse en el control de ellos para la continuidad de sus operaciones así como otros aspectos internos de la empresa y sus productos y/o servicios.

Estos aspectos pueden servir a cualquier empresa como base para que sus dueños y sus ejecutivos logren conocer si ésta se mantiene saludable o no.

En general, lo importante es que debemos considerar aspectos de diferentes tipos obteniendo de esta forma una mayor gama de información y de esta forma poder tener una idea mejor acabada sobre como marcha la empresa. Entendemos que dependiendo del tipo de empresa unos factores podrían ser de mayor importancia que otros, pero esto deberá ser evaluado y establecido por los ejecutivos como parte de su estrategia de gestión.

El monitorear la tendencia de dichos factores nos servirá como sistema de alerta de los procesos claves y poder generar acciones correctivas y preventivas a tiempo.

Fuente: gerencia.com