La planificación está relacionada a un objetivo o meta que deseamos llevar a cabo dentro de la organización, nos permite establecer los pasos determinados para alcanzar los objetivos planteados en función del análisis del entorno y posibles escenarios.
Tener planificados nuestros objetivos y canales de acción nos permite hacer frente a la improvisación, que puede traer como consecuencia la toma errada de decisiones. Cuando planificamos podemos tener una visión global de la empresa y el medio en el que se desenvuelve, lo que nos da la posibilidad de proyectar a futuro y observar canales de acción.
Al momento de fijar un objetivo, estudiar los posibles escenarios y establecer los mecanismos y actividades de acción, a través de la correcta planificación, cerramos los caminos de la improvisación. Este hecho nos garantiza generar mayor rentabilidad a través de negocios, ventas o inversiones.
Para lograr perdurar en el tiempo, desarrollar la empresa, mantener y lograr rentabilidad es necesario planificar estratégicamente nuestras acciones de acuerdo con la misión, visión y valores de la empresa; construyendo las bases de nuestra realidad como negocio.