Transforma tus ideas en una actividad productiva.

Se dice mucho sobre los emprendedores. Existen mitos y realidades alrededor de ellos pero, si bien es cierto, todas las grandes empresas comenzaron con una “simple idea” que algún “emprendedor” llamado loco por muchos, decidió poner en marcha.

Para ser emprendedor se necesita tener sueños, ser muy imaginativo y sobre todo tener la fe y el anhelo muy en alto pero, mucho ojo, un emprendedor, se queda sólo en la categoría de “soñador”, si no emprende y realiza esos sueños.

Es de vital importancia que visualices tus metas, plantees tus objetivos a partir de ellas, analices tus opciones, planees caminos y estrategias, seas creativo, y valerte de constancia y dedicación para llegar a materializar lo que te propones.

En el momento en el que identificas tus recursos personales y económicos, puedes dar paso a transformar tu idea en alguna actividad productiva que por supuesto te genere interesantes ingresos.

Las finanzas y los emprendedores en ocasiones no son los grandes amigos pero ambos saben que tendrán que convivir por siempre, así es que te presento algunos consejos que puedes tomar en cuenta para que esa relación se torne más amistosa y llegues a materializar tus sueños y seas oficialmente un emprendedor.

  •  El principal recurso que tiene un emprendedor es su cerebro. Piensa, imagina, crea y aterriza la idea. Es gratis.
  •  La ideas originales son una parte importante de nuestra economía y es fundamental protegerlas y patentarlas. Acude al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial para registrar tus creaciones.
  • Identifica tus habilidades y reconoce tus debilidades. No porque sea tu idea tienes la verdad absoluta y el control de ella, escucha y rodéate de gente con más experiencia que pueda orientarte, esos consejos que te están dando a esas personas les costaron “oro” e incluso lágrimas.
  •  Si estas empezando, tus bienes los puedes aprovechar al máximo. Si en tu casa o departamento puedes acondicionar un espacio y destinarlo como centro de trabajo u oficina, ¡Hazlo!, así te ahorrarás la renta de un espacio extra. Estamos empezando y hay que optimizar los recursos.
  •  Tienes varias opciones para capitalizar tu idea y convertirla en negocio. Puedes recurrir a tus ahorros, invitar a inversionistas para que aporten parte del capital o proponer una sociedad en la cuál tu aportes el trabajo y alguien más el dinero necesario para arrancar.
  • Determina con exactitud a quién va dirigido tu producto o servicio ya que tendrás mayores probabilidades de éxito y por consecuencia una generación importante de ingresos.
  • Analiza con detenimiento lo que necesitarás para lanzar y operar tu negocio. Identifica lo que es indispensable y lo que podría esperar. Toma prioridades. Esto hará que manejes de manera más inteligente tu capital inicial.
  •  Infórmate sobre las diferentes maneras de constitución legal que existen en nuestro país antes de tomar una decisión, para determinar cuál es la que más se adecua a tu necesidades.
  • Opera de manera legal y formal. Lo anterior te facilitará el acceso a créditos que pueden ayudarte en un futuro a crecer más.
  • Contrata un seguro contra daños que proteja tu negocio y los inventarios o productos que distribuyes y/o vendes. Existen distintas modalidades, elige la que mejor se acomode a tus necesidades y economía. Siempre protege tu inversión.
  • Elabora un presupuesto que te ayude a planear y administrar tus recursos de manera más eficiente y llevar un control más eficiente de tus ingresos y tus gastos.

 Un “empresario” será siempre un “emprendedor” constante así que, ¡Manos a la obra!