¿Cuántas veces por semana debes tomar decisiones que tienen que ver con el recurso humano?  Seguro que no pasa una semana sin que tengas que resolver asuntos relacionados con el personal de tu empresa: contratar, amonestar, medir el rendimiento, despedir, resolver conflictos… es tarea de todos los días.

El éxito en los negocios depende muchísimo de la capacidad, el talento, la habilidad, el desempeño y el compromiso de las personas que trabajan en tu empresa.

El mayor reto de todo empresario es convertirse en líder de su equipo de trabajo.  La simple autoridad no es suficiente para dirigir un equipo hacia el éxito, tampoco para obtener el mayor rendimiento de los trabajadores.  Es necesario contar con personal calificado y saber dirigirlo hacia los resultados deseados.

El costo de las planillas con sus cargas relacionadas, puede oscilar entre el 15% y el 30%.  En empresas con productos de consumo masivo los porcentajes podrían ser menores a ese rango, pero en empresas de servicios se ven porcentajes por encima del 50%.

Estamos claros que tener gente competente en las empresas, mejora los resultados financieros de las mismas.

¿Cómo lograrlo?

Antes de contratar personal para tu empresa, debes definir el perfil del puesto que deseas cubrir y el perfil de la persona que lo debe ocupar.  Ambos perfiles deben encajar como “anillo al dedo”.

Con más de cincuenta personas ya se hace necesario contar con un encargado de los recursos humanos.  Después de cien trabajadores, recomiendo empezar a crear un Departamento de Recursos Humanos.  Conforme crece tu empresa, necesitas que personas especializadas se encarguen de todos los procesos relacionados con: la publicación de ofertas de trabajo, la selección, entrevistas, reclutamiento e inducción.   Requieres profesionales que organicen y sistematicen el proceso.  Mucho dinero pueden ahorrar las empresas medianas cuando tienen organizado todo este tema.

¿Y cuál es el ADN de la gente que debe trabajar en tu empresa?

¿Tienes trabajadores que parecen siempre muy ocupados y atareados?  ¿Tienes trabajadores que laboran largas horas, se van muy tarde a sus casas y vienen los sábados?  ¿Has tenido personas en tu empresa que dicen “ir contigo hasta la luna” con tal de llevar tu compañía a grandes alturas?  ¿Tienes algunos trabajadores de años que consideres “trabajadores leales”?  ¿Ya te tocó mirar cómo se transforma el amor en odio?  ¿Ya has sido demandado por algún trabajador que considerabas leal a la empresa?

Digo muchas cosas en mis conferencias que “golpean los oídos”.  El párrafo anterior es una de ellas.  También digo: “No me pagan para ser diplomático”.

El éxito de tu empresa está directamente relacionado e impactado por el desempeño de la gente que trabaja en ella, en todos los niveles.

La gente que trabaja en tu empresa debe cumplir con la fórmula DCR2:

✓ La D de disciplinada, diligente, dedicada, dirigida, organizada, metódica.

✓ La C de comprometida, confiable, competente, calificada, capaz, eficiente, leal.

✓ La Rde responsable por los resultados deseados. Entiendo esto así: “responde por”, “da cuentas de”, o más preciso “hábil para responder por”.

Los dos primeros elementos son vitales, pero relativamente fáciles de encontrar.  Un proceso riguroso de selección, reclutamiento e inducción, puede ayudar a encontrarlos en los candidatos.

Dentro de tu empresa podrás mirar personas con abundancia en D  y con abundancia en C, a muchos de ellos se les considera casi indispensables.

La gente que trabaja en tu empresa debe responder por los RESULTADOS DESEADOS.

Un ADN sin los tres elementos no es nada.  No funciona.  No existe.

Y le corresponde al empresario la responsabilidad de que cada persona tenga claro, desde que ingresa, cuáles son los Resultados Deseados que se esperan de su función, de sus tareas y de sus responsabilidades.  Debe saber para qué le paga la compañía.

¿Has visto cómo muchos empresarios que desean estar bien “organizados” invierten esfuerzos y dinero en redactar extensos, pulcros y muy bien detallados manuales de normas y procedimientos?  No son los bellos Manuales de Procedimientos, ni los extensos Descriptivos de Funciones, los que te permiten lograr que tus trabajadores tengan el nivel de rendimiento deseado.

Es necesario que cada miembro de nuestro equipo de trabajo, todos, absolutamente todos, tengan clara su misión dentro de la empresa, el resultado principal esperado de su función, los objetivos precisos de su puesto.

Fuente: fundapymes