Crear un equipo positivo beneficia tanto al equipo como a la persona que lo dirige.
El mundo empresarial está lleno de desafíos, comenzando por tratar de hacer despegar nuevas ideas, organizaciones y productos. Por supuesto, tener un gran equipo a su servicio puede ser una gran ventaja y, sin embargo, mantener ese equipo funcionando sin problemas presenta sus propios desafíos.
Para empezar, es importante mantener a su equipo motivado cuando los tiempos son difíciles o cuando su objetivo parece más una fantasía que una posibilidad real. Este es solo un ejemplo de cuándo mantener una actitud positiva es crucial para mantenerse a flote.
Uno de los grandes beneficios de establecer una perspectiva optimista y positiva dentro de su equipo es que todos se benefician, con el grupo como un todo, así como cada individuo, experimentando una mayor probabilidad de éxito.
Según un informe de la Universidad de Duke, las personas optimistas tienen una mayor probabilidad de triunfar en la política, los negocios y los deportes.
Los beneficios del pensamiento positivo también se extienden más allá del lugar de trabajo: el psicólogo pionero John Gottman descubrió que las parejas casadas que participaban en cinco interacciones positivas por cada interacción negativa tenían muchas más probabilidades de permanecer juntas.
¿Y los líderes de equipo? Bueno, también se benefician del entorno laboral positivo que ayudan a crear, y comienza con tener miembros de equipo dedicados.
Según la investigación del experto en organización Wayne Baker, los líderes que exudan energía positiva atraen naturalmente a otras personas. Entonces, si usted es un líder con una visión y proyecta un aura de optimismo y unidad, las personas en su lugar de trabajo naturalmente querrán estar cerca de usted.
Una gran cultura de equipo es esencial y cada miembro del equipo es importante para mantenerla.
Si desea un equipo saludable y de alto funcionamiento, debe tener una cultura de equipo saludable y positiva.
Esto puede parecer una obviedad, pero la “cultura” es uno de esos conceptos escurridizos que pueden ser más fáciles de reconocer que de definir.
El hecho es que la cultura es la suma de muchas partes, ya que incluye las reglas escritas y no escritas que dictan cómo un equipo trabaja, se comunica y actúa. Por lo tanto, puede pensar en la cultura como el corazón palpitante del equipo, la fuerza detrás de todo lo que su equipo representa y hace.
Tiene sentido, entonces, que todas las organizaciones más exitosas del mundo presten especial atención a cultivar una cultura saludable.
Apple, una de las empresas más exitosas del mundo, tiene una cultura sólida que puede ser reconocida en todo lo que hace. Desde el primer día, Steve Jobs y Steve Wozniak estaban creando conscientemente una cultura que no solo los diferenciaría, sino que también informaría todo lo que Apple hacía y cómo lo hacía, ya fuera contrataciones, diseño de productos o campañas publicitarias.
Décadas más tarde, la cultura que crearon los dos “Steves” ha demostrado ser tan fuerte que este corazón influyente todavía late ferozmente dentro de la empresa. Hoy en día, el lema de Apple es legendario: “La cultura vence a la estrategia”.
Si bien esta es una frase pegadiza, no significa que pueda descuidar la estrategia. Al contrario, una estrategia inteligente es importante. Pero es su cultura la que finalmente determinará si su estrategia es exitosa o no.
Ahora, su equipo buscará a su líder para crear una cultura de equipo positiva, pero cuando se trata de hacer realidad esa cultura, todos en un equipo tienen un papel importante que desempeñar.
En un estudio del Heart Math Institute, los investigadores encontraron que las personas pueden sentir los sentimientos de otra persona desde una distancia de hasta tres metros. Por lo tanto, incluso cuando no estás directamente frente a alguien, no te libra del anzuelo en cuanto a cómo estás proyectando tu energía.
Hay otro estudio de la Universidad de Harvard que sugiere que las emociones de todos son “contagiosas” ya que afectan a quienes los rodean. Esto significa que su estado de ánimo alegre, o su ambiente gruñón, puede extenderse por todo el equipo. Todos y cada uno en el equipo pueden crear un efecto dominó positivo o negativo según su estado de ánimo.