La primera norma es clara, pero es muy contraria a su intuición: nunca, nunca contrate a alguien como usted.

¿Por qué no? Porque desde el principio de los tiempos los ejecutivos han estado clonándose a ellos mismo inconscientemente, llenando los estantes de jóvenes procedentes de las mejores universidades. ¿Y qué le ha pasado a los ejecutivos y a las empresas que han hecho eso? Como ya indicó la gurú en dirección de empresas, Rosabeth Kanter, a menudo se hunden en las suaves arenas de la intrascendencia cuando las duras aguas de la realidad actual los invaden.

Aquí tiene las otras nueve:
2. Contrate en función de la actitud en lugar de la habilidad
Enseñar habilidades no es nada comparado con transmitir la actitud correcta. Entre las cualidades del candidato lo que más debe buscar es un firme sentido del optimismo.

3. Busque a los renegados
En las entrevistas pregunte por las ocasiones en las que la persona ha tenido problemas en su trabajo. El empleado obediente le será de uso limitado en este entorno de cambio.

4. Ofrecer resultados
Nunca contrate a alguien con buen potencial pero con hábitos cuestionables, pensando en que podrá cambiar a dicha persona. Como ocurre cuando elige sus amistades, lo que ve ahora es lo que tendrá para siempre.

5. Vaya a por alguien con un buen sentido del humor
El candidato que no pueda reír con facilidad, especialmente de sí mismo, va a ser muy aburrido y probablemente intransigente.

6. Rellene los espacios en blanco
Mire con cuidado los puntos fuertes y las habilidades que faltan en su equipo y vaya a por las cualidades y estilos que le falten.

7. Pruébelo
No se quede satisfecho sólo con las referencias. Recuerde que muchas de las referencias más llamativas han sido proporcionadas para personas que otros no quieren. Incluya simulaciones diarias como parte de su proceso de entrevista, o invite a los candidatos a que le proporcionen una cartera con sus mejores trabajos e ideas.

8. Rellene la despensa
Esté al tanto de posibles candidatos antes de que surja la necesidad. No espere hasta que tenga una vacante. Mantenga una reserva de posibles empleados bajo la mirada atenta de alguien encargado de contratar. Evalúe su equipo de contratación en función de lo bien que mantienen la despensa llena. Y dígales que nunca rechacen a un candidato interesante con la frase, “No tenemos en estos momentos ninguna vacante.”

9. Haga más hincapié en la diversidad
Asegúrese de que está extendiendo su red lo suficiente como para encontrar a esos peces en potencia, que son diferentes y que no nadan en aguas cercanas a usted. Pregúntele a su equipo de RRHH qué contactos y publicaciones están usando para buscar el interés de posibles candidatos. “No sabemos dónde encontrar gente diferente a nosotros” es una excusa que le puede salir cara.

10. Escuche
La mayoría de los entrevistadores hablan demasiado. Cuando finalmente llegue el candidato, escuche la historia de su vida, en casa y en el trabajo. Se dice que ser un líder es como ser un psiquiatra sin licencia. Esto puede ser más cierto en el proceso de contratación que en cualquier otra parte del trabajo.

La tarea de contratar es demasiado seria como para cederla completamente a RRHH. Su legado va a ser establecido, después de todo, por los equipos que usted elija para alcanzar sus objetivos.

Fuente: reclutamiento.monster.es