Las pequeñas empresas con presupuestos limitados a menudo se enfrentan al problema de motivar a los empleados sin usar los estresados recursos financieros. De hecho, ser creativo con la motivación y los incentivos puede producir mejores resultados que los incentivos en efectivo. A menudo los trabajadores valoran los incentivos tangibles como más que los incentivos en efectivo, cuentan Scott A. Jeffrey y Victoria Schaffer, en un artículo publicado en “Compensation & Benefits Review”. Bob Nelson, autor de “1001 Ways to Reward Employees”, señala que el reconocimiento reflexivo y personal es lo que realmente motiva a los empleados a hacer su trabajo.

Comunicar con eficacia

El primer paso para obtener los resultados que deseas es comunicar claramente tus expectativas. Cuando proporcionas directrices claras para los procedimientos y expectativas laborales, tus empleados no tienen que adivinar lo que quieres que hagan. Una retroalimentación regular, tanto positiva como negativa, le dice a los trabajadores que observas sus esfuerzos y que tomas un interés personal en su trabajo. Escuchar sus sugerencias y comentarios sobre la búsqueda de sus tareas les permite saber que valoras sus conocimientos y sus experiencias.

Proporcionar oportunidades

Cuando le das a un empleado un papel de liderazgo, estás invirtiendo en su confianza y reconociendo tácitamente sus habilidades. Si deseas ver un brillo en el empleado, dale la oportunidad de pulir sus habilidades. Envíalo a un seminario fuera de la oficina o deja que éste represente a la compañía en un evento comunitario. Identifica las oportunidades que alineen los objetivos personales de los empleados con los objetivos globales de la empresa y utilízalas para estimular a tus trabajadores a que estén a la altura de tus expectativas.

Fomentar el espíritu de equipo

Los empleados que se sienten como si fueran parte del equipo asumen una responsabilidad personal por el éxito de la empresa. Cuando solicitas asesoramiento y sugerencias de todos los empleados, estás fomentando un ambiente de inclusión. Los uniformes, las chaquetas de la compañía y otros emblemas de pertenencia también fomentan el sentimiento de ser parte de un todo y no sólo una pieza de la máquina. El espíritu de equipo puede dar como resultado una mayor productividad y un lugar de trabajo más feliz.

Dar reconocimiento

“El reconocimiento por un trabajo bien hecho es el motivador más alto de desempeño de los empleados”, escribe Nelson en la introducción de su libro. El reconocimiento público, como premios o una ronda de aplausos en una reunión del personal, les da a los empleados una recompensa social por su buen desempeño, pero la alabanza informal y casual entregada de paso puede ser aún más eficaz. Para ser más eficaz, explica Nelson, el reconocimiento debe ser específico, oportuno y sincero. No se necesita mucho para recordar y decir: “Gracias por quedarte hasta tarde anoche. No podríamos haber terminado sin ti”. Esos son los intercambios cotidianos que crean un ambiente de trabajo motivador.

Reforzar creativamente

En “The Dynamic Manager’s Handbook: Employee Motivation”, Dave Donelson habla del gerente de la tienda de autos que le dio un Corvette a uno de sus empleados. El motor del vehículo se había detenido, por lo que el costo para la empresa era casi nada. Para el empleado, fue la realización de un sueño. Las recompensas más tangibles no serán tan complicadas, pero cada empresa tiene los recursos para crear motivadores poderosos. Explotar el vehículo de la empresa, los puntos de recompensa de la tarjeta de crédito de la empresa o la influencia del CEO con un restaurador local para repartir premios a tus empleados nunca se olvidarán.

Fuente: www.pyme.lavoztx.com