Clasificar las inversiones de forma correcta nos puede ayudar a tomar decisiones adecuadas en cuanto a las mismas. Las inversiones se clasifican:
Según lo que se esté invirtiendo: es decir, inversiones físicas, inmateriales o financieras como activos del mercado financiero.
Según el tiempo de permanencia de la inversión, si son a largo o corto plazo. Las de largo plazo permanecen más de un año para dar poder al inversionista y las de corto plazo permanecen un año o menos en el poder del inversor.
Según el sentido de los flujos de caja; pueden ser no simples cuando se trata normalmente de un nuevo proyecto empresarial y las simples en donde se esperan expectativas de ganancias para todos los periodos.
Según la relación entre las inversiones, las cuales pueden ser independientes, sustitutivas, acopladas, complementarias o excluyentes.
Según la finalidad o intención de la empresa; pueden ser estratégicas, en renovación, en expansión o en línea de productos.
De acuerdo a dónde se materialice la inversión en caso de ser una empresa; inversiones de investigación, en participaciones, en stock, en carácter social, industriales o comerciales.