Para que una empresa sea exitosa es necesario que exista -dentro de ella- una estrategia empresarial que articule correctamente cuatro fundamentos esenciales: misión, valores, visión y propuesta de valor para el cliente.

• Misión: debe definir su razón de ser, es decir, para qué fue creada la empresa. Describe de qué se trata el negocio afirmando su valor agregado. La misión puede perdurar en el tiempo, siendo modificada sólo cuando haya un cambio en la naturaleza del propósito de la organización.

• Valores: representan las creencias básicas compartidas que enmarcan el comportamiento de los empleados a nivel individual y grupal. Define la forma en la que se deben hacer las cosas, formando base de los objetivos estratégicos. Los valores empresariales deben estar definidos por un máximo de 5 conceptos definidos en términos útiles que faciliten a los empleados la toma de decisiones.

• Visión: es la definición de un plazo claro –normalmente de tres a cinco años- que enmarca el camino hacia el que quiere llegar la empresa basándose en su misión. En otras palabras, es un panorama claro y medible de a dónde quiere llegar la empresa en un futuro. La visión debería ser la meta más importante de la organización, ya que enmarca el norte a lograr a través de un rumbo estratégico.

• Propuesta de valor para el cliente: conjunto de beneficios que se darán al cliente. Es la gran promesa por la que una empresa es reconocida por los clientes frente a la competencia. La clave de este principio es conocer a fondo al cliente objetivo y las propuestas de valor de la competencia para lograr diferenciarse. Existen tres propuestas de valor clásicas:
  • Excelencia operacional: oferta de productos o servicios a menor precio.
  • Liderazgo del producto o servicio: innovar constantemente para mantener los productos y servicios a la vanguardia.
  • Personalización: satisfacción de las necesidades de cada cliente en particular.

Estos tres elementos deben estar alineados para que la estrategia empresarial tenga éxito y pueda ser llevada a cabo, traduciéndose en el logro de objetivos y ganancia de cuotas de mercado.