Si estás por emprender tu negocio o ya lo tienes establecido tienes que prestar mucha atención a tres pensamientos (algunas veces acciones) que puede obstaculizar el crecimiento de tu empresa.

Uno de los pensamientos de bloqueo más comunes es el empeñarse en algo e ignorar la opinión de los expertos, la perseverancia es importante sin embargo hay ocasiones en las que claramente no se puede realizar algo, o hacerlo atraerá más consecuencias negativas que beneficios. Por ejemplo hacer un tipo de negocio, consigue un determinado cliente, adquirir un sistema que no te beneficia, hacer cambios estructurales por antojo, entre otros.

No ser consciente del producto o servicio de tu empresa que te genera mayores beneficios. Analiza cuál es y concéntrate en él. En muchas ocasiones se dispersa la atención y se quiere agregar más opciones a las que ya tienen la empresa, y esto no es malo, pero no se puede dejar de poner especial atención al producto “oro” de tu negocio.

¡No te quedes en tu zona de confort! , Una vez que tengas un área dominada puedes probar otras cosas para no estancar la empresa. Un negocio es un ente abierto por lo que crece y cambia.