Este concepto se mudó al ámbito laboral y se traduce literalmente en “empoderamiento”, consiste en dar poder y autoridad al equipo de trabajo, otorgándoles la idea de que son dueños de su trabajo. Ellos podrán tomar ciertas decisiones relacionadas con sus funciones.

Esta filosofía empresarial ha logrado aumentar la autoestima en los empleados,  hace que se sientan orgullosos de su trabajo  y sean más productivos. Una empresa que aplica el Empowerment podrá ver como su grupo utiliza el talento y las capacidades de todos sus miembros para obtener los mejores resultados.

Para poner en marcha un plan de Empowerment debes brindar a tus empleados las herramientas y recursos adecuados, también es necesario líneas directas de comunicación para que se puedan responder preguntas, dar orientación e información y  por último evaluar los resultados obtenidos y recompensar el desempeño.