Al empezar tu negocio o poner en marcha tu idea de negocio debes tomar una de las decisiones más importantes: tener o no un socio, esta decisión estará sujeta a muchos aspectos como el dinero o el conocimiento.

Sabemos que existen diferentes tipos de socios, aquellos que son capitalistas y pueden ser copropietarios de la empresa, con los mismos derechos, aquellos que participan del resultado de los negocios (sin tomar decisiones en la organización) o los que solo colocan el capital o la idea.

Una de las principales motivaciones para escoger un socio es el ingreso de capital a la empresa, ya sea lo nueva de la empresa y el difícil  acceso a créditos bancarios o porque estás en la búsqueda de un inversionista que comparta tu misma visión.

Captar personas cuyos talentos y conocimientos complementen los tuyos, y que ambos puedan lograr el balance ideal para dirigir una empresa. Pueda que tú seas un experto en materia financiera y estés buscando un socio que maneja con destreza el mundo del mercadeo, por ejemplo.

Supongamos que tienes el capital y el conocimiento, sin embargo necesitas darte a conocer, manejar una cartera de clientes, alguien que tenga bastos contactos como empresario para concretar una excelente lista de clientes o proveedores, entonces buscas un socio con estas características.