Busca en cualquier diccionario y te dirá que la originalidad es la cualidad de tener una característica única o singular. Pero, ¿qué es un original? En el contexto actual, los originales son personas que no solo inventan ideas novedosas y sacuden el estatus quo, sino que también toman la iniciativa para hacer realidad su visión única.
Si quieres sobrevivir en el mundo laboral, tu mejor opción es convertirte en un original. La buena noticia es que cualquiera puede hacerlo. Aunque es posible que no todos podamos encontrar nuestras propias compañías, componer una obra maestra musical o alterar el curso de la historia con un discurso conmovedor, todos tenemos ideas únicas con el potencial de mejorar nuestro trabajo, nuestras comunidades y nuestras relaciones.
Poner nuevas ideas por ahí requiere valor y la determinación de no dar marcha atrás cuando desee que suceda el cambio. El primer paso para convertirse en original es superar el miedo a tomar medidas y defender sus propias ideas.
Cuando se trata de la generación de ideas, ¿qué es más importante: cantidad o calidad? Da la casualidad de que son igualmente importantes, específicamente porque la cantidad allana el camino para la calidad en la lluvia de ideas. El psicólogo Dean Simonton, reconocido por su estudio de la productividad creativa, demostró en su investigación que las personas altamente creativas no necesariamente producen mejores ideas; más bien, solo hacen más de ellas.
Pero no todas tus ideas serán bien recibidas, por ello es importante que las expliques bien y sobretodo cuales pueden ser sus limitaciones o fallas.
Una estrategia útil para hacer que las nuevas ideas parezcan menos controvertidas es enmarcarlas en un contexto familiar. Cuando la idea del clásico animado El Rey León se lanzó por primera vez a Disney, los productores se vieron inicialmente desilusionados por su oscuro argumento.
Pero en una reunión entre guionistas y ejecutivos de Disney, el CEO Michael Eisner y la productora Maureen Donley cambiaron las cosas al destacar las similitudes de la película con King Lear y Hamlet de Shakespeare. Esto fue suficiente para persuadir a los productores, quienes fueron mucho más entusiastas una vez que la historia no convencional se vinculó a un punto de referencia común.
El Rey León se convirtió en la película más taquillera de 1994 y recibió dos Premios de la Academia.