61.- Un buen gerente siempre ha de perseguir ser la causa de que las cosas ocurran y no la consecuencia de las que le pueden suceder. Ello le obliga a desarrollar una visión estratégica y tener muy claro que los factores básicos para el éxito de su desempeño son: seguridad, perseverancia y una clara definición de objetivos. Y para poder verdaderamente ser la causa,  tiene que definir claramente las metas, actuar en consecuencia y controlar en forma efectiva el avance de aquello que se está ejecutando.

62.- El Gerente del Siglo XXI debe tener muy claro que los deseos son una fuerza muy poderosa. Por ello debe descartar de plano los que no le ayudan a crecer y concentrar sus esfuerzos en aquellos que le ayudan a crecer en la línea correcta. Tiene que ponerles plazo de ejecución y trabajar para convertirlos en realidad. En esa línea debe tomar la decisión de TENER ÉXITO, iniciar su ejecución en el momento que estime más apropiado y rematar. Debe tener muy claro que el mundo está lleno de proyectos inconclusos, y los suyos deben terminar. Y para poder terminar debe comenzar. Lo que se queda en simples deseos, por muy buenos y rentables que luzcan sino se comienzan, jamás podrán concluirse.

63.- Si aspiras ser un buen gerente tienes que decidir qué quieres ser y que debes hacer para lograrlo. La forma más lógica es que te lo preguntes a ti mismo. Cuando tengas clara la respuesta deberás establecer las prioridades. Y si sabes quién eres, que quieres y pones tu mejor empeño en los mecanismos para lograrlo, tendrás sin lugar a duda una altísima posibilidad de ser exitoso. Y si además puedes alinear lo que quieres ser con lo que te gusta hacer, tu vida de trabajo será una gran sumatoria de oportunidades gratas y alegres que en su desempeño te ayudaran a crecer como ser humano.

Econ. Rafael Peña Álvarez