La clave de una organización productiva está en orientar el trabajo bajo la figura del liderazgo empresarial y la gestión de la misma. La gestión empresarial es la actividad de coordinación que deben tener algunos individuos para mejorar el nivel productivo del negocio, por lo que es sumamente importante que quienes tengan esta responsabilidad además de ser “jefes” sepan ser líderes.
El liderazgo dentro de la gestión empresarial permitirá organizar el sistema productivo -y otorgar a las diferentes personas que lo conforman- las responsabilidades acordes a su desempeño y su capacidad dentro del organigrama, apoyándolos y motivándolos al logro de los objetivos individuales y comunes.
Para que la mencionada herramienta de gestión logre producir los mejores resultados, debe estar orientada a la planificación, organización, comunicación y el control, este último entendido como el seguimiento de las acciones ejecutadas. En todos estos pasos, la clave está en manejar el trabajo de todos los empleados con un objetivo común claro y medible, para que así todas las acciones se refuercen entre sí y se cumpla con lo planteado.