La correcta administración de los costos de ventas o de producción, se ha convertido en una estrategia obligada de competitividad.

En el mundo globalizado en que vivimos, donde existe una enorme competencia, es necesario desarrollar estrategias que permitan ser competitivos tanto en precios como en calidad.

Y para lograr esto, el único camino es optimizar al máximo los costos sin que ello afecte la calidad del producto final, sino que al contrario, lo mejore.

Con tanta competencia, cada día se hace más difícil mantener un margen de utilidad o rentabilidad aceptable, y ya no se puede hacer como en los viejos tiempos, cuando sólo se incrementaba el precio de venta si se quería incrementar el margen de rentabilidad.

Hoy no podemos ni siquiera considerar la idea de incrementar los precios de venta, puesto que con la competencia que hay, quedaríamos inmediatamente fuera del mercado, ya que el usuario tiene muchas más opciones y alternativas, así que no dudará en cambiar de producto, riesgo que no se puede asumir.

Tampoco se puede considerar la posibilidad de desmejorar la calidad del producto para incrementar o al menos mantener el margen de rentabilidad, puesto que el consumidor tiene un mayor conocimiento del mercado y tiene mayor acceso a la información, por lo que esta estrategia tampoco es viable para conseguir un determinado índice de rentabilidad.

Quizás la única alternativa viable para conseguir un margen de rentabilidad aceptable, es una correcta administración y gestión de los costos, de manera tal que se disminuyan sin que a la vez  la calidad del producto no se afecte.

Y es precisamente el manejo de los costos la una de las falencias de la gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas de nuestro medio. No existe una cultura sobre la importancia y el manejo de los costos, lo que es un gran problema a la hora de ser competitivos en el mercado.

Y es que tampoco podemos esperar sobrevivir con el incremento de las ventas, puesto que el mercado es muy competido como para depender de un incrementa en su participación para sobrevivir o crecer. Necesariamente se tiene que revisar el tema de los costos.

Para realizar un manejo correcto de los costos que permita su optimización, se debe tener un buen sistema de costos, de lo contrario poco se puede hacer para mejorar en ese aspecto.

Si la empresa no sabe con exactitud cuáles son sus costos, sus componentes, difícilmente podrá determinar en qué aspectos se puede mejorar, o qué procesos se pueden eliminar o si es el caso subcontratar.

La empresa debe conocer a fondo cada uno de los elementos, procesos y procedimientos que componen sus costos, de otra manera no es posible lograr su optimización y posiblemente no se logre ser competitivo.

Fuente: gerencie.com