Actualmente los consumidores gozan de una extensa gama de canales de información, así como de tiempos de atención mucho más cortos. Esto ha generado que el cliente hoy en día sea el protagonista dentro del juego del mercado; en función de sus pensamientos y satisfacciones es que se establece la reputación de las empresas.

Por todo lo anterior, las estrategias de comunicación de las empresas han tenido que cambiar; cada vez resulta menos eficaz la transmisión de mensajes centrados en la organización y sus logros. Lo que las empresas deben comunicar es información que genere valor para sus clientes y que satisfaga sus necesidades de información.

Todas las empresas deben comenzar a escuchar a sus clientes antes de invertir cantidades grandes de dinero en anuncios o comunicaciones extravagantes. El consumidor sólo presta atención a lo que considera útil, en consecuencia, si no considera que necesita de la información que usted le brinda ignorará el mensaje.

Adapte sus comunicaciónes a los tiempos modernos; si bien sigue siendo importante contar con comunicados de prensa y anuncios en medios tradicionales para llegar a los diferentes públicos, las organizaciones que esperan prosperar deben rediseñar su modelo de comunicación para conectar con el público cambiante de hoy.

Lo principal es aprender a escuchar estratégicamente, es decir, buscar de manera cuidadosa y deliberada cómo le gusta a sus públicos recibir información y encontrar la manera de proporcionársela en todos los formatos que les interesan, con un contenido que les interese.