La estabilidad y duración de tu empresa depende de la capacidad que tenga para mantener sus finanzas, por esto debes poner en práctica varios consejos que si conviertes en hábitos darán excelente resultados.

Lo primero es el respeto que le tengas a tu propia empresa, sobre todo en su etapa inicial, como dueño no puedes sacarle más dinero del debido, debes verte como un administrador que debe entregarle cuentas al verdadero propietario, así este seas tú mismo.

Recuerda que lo que siembres hoy es lo que recogerás mañana, así que de ser necesario no dudes en contratar más personal, capacitar al recurso humano que ya tienes al menos dos veces al año, trabaja con proveedores confiables, asegúrate de tener un plan estratégico de publicidad, da valor agregado a tus clientes y no desestimes contratar a un asesor en caso de tomar decisiones importantes que no manejas.

Cree siempre en lo que le ofreces al público y no hagas reducciones exageradas de precios en tus productos o servicios solo por vender, en vez de eso ingéniatela con promociones o descuentos por temporadas.