La imagen corporativa es la que permite, entre otras cosas, posicionar a la empresa en la mente del cliente. Por ello es de mucha importancia que esta esté bien estructurada y comunique lo que queremos transmitirle a los clientes sobre la organización.
Son muchos los elementos que conforman la imagen corporativa. Te exponemos a continuación los más importantes:
- Nombre de la empresa: debe tener relación con la esencia del negocio; pero también ha de ser breve, fácil de recordar y lo bastante creativo como para distinguirse del resto.
- Logo: puede ser una palabra, una imagen o un compuesto de ambos; lo importante es que sea reconocible y atractivo para los potenciales clientes.
- Eslogan: lo ideal es que de una impresión de prestigio y credibilidad en la empresa, siendo una promesa sobre los beneficios del producto o servicio que se ofrece.
- Sitio web: es fundamental contar con un dominio propio. El diseño ha de ser amigable y fácil de manejar. En él, el cliente debe poder informarse fácilmente sobre la empresa y cómo ubicarla.
- Brochure: Aquí entran los folletos, manuales de negocio, tarjetas de presentación y todo lo referente a la papelería de la empresa.
Todos estos elementos forman parte del quehacer diario del negocio y de la cultura corporativa de la empresa. Su finalidad es generar reconocimiento e identificación por parte de los clientes y de los propios trabajadores.