Si hay una verdad inmutable que nos han enseñado desde hace años es que los negocios más interesantes son aquellos que persiguen un mercado grande… y cuanto más grande mejor. Desgraciadamente, y como sucede a menudo, lo que es válido en el mundo más tradicional (¿lo sigue siendo ahora?) no lo es en el mundo startup.

Toda la base del tamaño del mercado tiene que ver con que la sabiduría popular nos dice que debemos llegar lo antes posible al mercado de masas, al centro de la campana de Gauss, que es donde están la gran mayoría de clientes y donde realmente podemos captar un gran volumen de negocio… pero es importante plantearse ¿a costa de qué?

  • De afrontar una competencia dura, ya que en un mercado con cierta antigüedad (y grande) suele haber gran números de competidores con más experiencia y recursos que nosotros (a menos que seamos creativos y decidamos resegmentar el mercado)… lo que nos llevará a competir en precioo a intentar educar al mercado.
  • De diluir nuestra propuesta de valor, ya que, como el mercado lleva tiempo operando y sus reglas las han creado otros, existen diversos tipos de clientes con diversas necesidades… y cuanto más intentemos satisfacerlos, más horizontal tendrá que ser nuestro producto y por tanto, más “genérico”

Todo esto hace que para una startup intentar operar sobre un mercado muy gran y establecido sea algo complicado. Sin embargo, como suele ser habitual en nuestro mundo, quizás la mejor estrategia para una nueva startup no sea adoptar la sabiduría popular sino buscar nuevos caminos.

Fuente: Javiermegia