Las PYME tienen que lidiar diariamente y de manera rápida con diversos problemas; como las cuentas por cobrar a clientes, el cumplimiento de sus nóminas de personal; los rápidos vencimientos de sus obligaciones con proveedores o los impuestos; y las restricciones que la banca comercial que realiza sobre los créditos. Además de la probable reducción de ingresos y el manejo eficiente de sus gastos.

Ante todo esto las PYMES requieren de información precisa, oportuna y segura para conocer los eventos y condiciones financieras que pueden influir en su negocio. Por ello se debe tener en constante análisis la situación financiera de la empresa.

La situación financiera puede ser definida como el diagnóstico basado en un conjunto de variables contables que miden la calidad del desempeño de una empresa. Este diagnóstico parte de un balance general llamado también el estado de situación financiera, y siempre se da conformidad con principios de contabilidad generalmente aceptados. Está permite medir:

  • La solvencia
  • La estabilidad
  • La productividad
  • La rentabilidad