La contabilidad empresarial corresponde a los registros contables que contienen información financiera de una empresa privada. Esta información tiene dos tipos de público, el interno y el externo; el usuario interno corresponde a aquella persona u órgano que utiliza la información desde dentro de la compañía para la toma de decisiones adecuada en la dirección de esta.

Por el contrario, el público externo utiliza la información contable de una empresa para la gestión de la misma; en este grupo se encuentran los accionistas, acreedores, prestamistas, entre otros. Estas personas utilizarán la información contable para observar el desempeño de la compañía desde un punto de vista global y externo, y en función de ello tomar decisiones.

De acuerdo con los usuarios de la contabilidad podemos distinguir:

  • Contabilidad financiera (externa): brinda información sobre el funcionamiento y estado financiero de una empresa a aquellos agentes interesados en ella. Esta información se encuentra estructurada por ciertas normas de aceptación nacional e internacional que permiten homogeneizar la información, lo que da mayor fiabilidad a los resultados.
  • Contabilidad directiva (interna): está destinada al “autoconsumo” de la empresa, por lo que en ella se encuentran la estructura de costos, estados económicos y productivos internos, entre otros. Está sometida únicamente a las reglas que tenga la empresa con respecto a cómo llevar los datos contables.