Los contratos de trabajo se realizan con la finalidad de que todo quede claro entre el empleado y el empleador, dejando claro asuntos tales como el sueldo, el horario, las funciones, privilegios, duración del contrato, entre otros. Muchos contratos que se realizan de manera formal contienen cláusulas que detallan cuándo se estaría violando un acuerdo, así como la indemnización que se le otorgaría a la parte afectada.

Otros, sin embargo, contienen cláusulas que describen como la parte incumplidora puede subsanar cualquier error cometido en virtud de lo estipulado en el contrato. Por lo general, se les da un número determinado de días para proponer la acción antes de ser considerado incumplimiento.

Se considera incumplimiento de contrato cuando existe falta de pago, retrasos constantes en el abono del sueldo, anulación del pago de la aseguradora de salud, anulación del pago del seguro de riesgos laborales, maltrato verbal u obligación a trabajar horas extras sin retribución.

Si el empleado decide poner una demanda a la empresa por cualquiera de las causas antes expuestas, la compañía tiene todo el derecho de apelar y demostrar su inocencia. Si no logra demostrar su inocencia y queda evidenciado de que se trata de un incumplimiento de contrato imputable, la empresa se verá obligada a responder ante el empleado y cumplir con lo que se estipula en la ley, de acuerdo a la demanda.